lunes, 25 de marzo de 2013

BIENVENIDA CRISTINA

 Este poema va para ti, Cristina. Estamos muy contentos de que estés con nosotros y esperamos que disfrutes de esta etapa. Esta es la más maravillosa de las profesiones porque cada día aprendemos de nuestros niños mucho  más de lo que enseñamos.

Educar

Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca,
hay que medir, pensar, equilibrar,
y poner todo en marcha.

Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino,
un poco de pirata,
un poco de poeta,
y un kilo y medio de paciencia concentrada.

Pero es consolador soñar,
mientras uno trabaja,
que esa barca, ese niño
irá muy lejos por el agua.

Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.

Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestro propio barco,
en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada.
Gabriel Celaya

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